Seguramente en algún momento de tu vida te has sentido desmotivado, sin ánimo a luchar. Esos días donde no dejas de decirte:”nunca me sale bien nada”, “esto siempre es un desastre”, ese día en que preferimos no haber salido de la cama.
En el multinivel es muy factible que pueda ocurrirte con frecuencia si con anterioridad no has tomado conciencia del esfuerzo y la dedicación que esto conlleva. Es difícil salir, salir y conseguirte con personas que una tras otra te dice “no me interesa”, “no tengo dinero”, «no me veo haciendo eso”. Realmente es espantoso, al final del día terminas destrozado moralmente.
Es importante que para esto también este preparado antes de salir a mostrar tu gran oportunidad de negocio, la maestría emocional es una de las habilidades más valiosas y esenciales que cualquier gran networker debe aprender. Nunca se ha visto a un gran networker, un gran artista, un gran equipo, o individuo exitoso que se haya hecho grande sin presión.
Solo bajo presión se aprovechan los recursos internos y pueden florecer y expandirse la confianza y capacidad del individuo. La presión es el rayo laser de la excelencia que te elevara a un nuevo nivel de posibilidad al construir ese puente del “debería “, “puedo”, “debo” y transformarlo en “LO HICE”
El enemigo número uno del multinivel es “la presión”, nunca temas la presión, la grandeza rara vez se forjo sin ella. Bajo presión evoluciona la naturaleza. Es como se forman nuevas estructuras y crecemos como individuos y equipos. No siempre es algo que debamos temer o evadir. Tampoco tiene que ser siempre dolorosa, si entiendes como trabajar con ella.
No importa lo benéfico que sea el resultado final, la presión causa incomodidad y estrés si no sabes manejarla. Tú como networker debes encontrar la forma de liberar esa presión antes de que se vuelva dañina para ti y para tu equipo.
Si no te deshaces de ella puedes volverte paranoico, empiezas a pensar que fue un error asociarte a esa compañía, que no sirves para este tipo de negocio, que tu equipo no funciona, que los productos no sirven, finalmente terminando por abandonar.
Como persona debes primero a aprender a enfrentar tus emociones, antes de llevar a cabo esta actividad. Si no lo resuelves, esas preocupaciones dificultaran tus esfuerzos y pueden agravarse y crear mayor depresión, enojo y desesperación. En una profesión en la que ser positivo y optimista es básico para el éxito, ese humo desanimado puede ser catastrófico para tu crecimiento. Y si no lo atiendes se puede extender a todo tu equipo.
Mi recomendación principal es que erradiques totalmente las ansias de prospectar, tómatelo con diversión. Cuando cojas el teléfono para invitar a alguna persona, no lo hagas pensando en prospectarlo, simplemente tómalo como si simplemente tu función es saber si esa persona está interesada en ver una nueva oportunidad de negocio.
Cuando des una presentación de negocio, enfócate en tratar de transmitirle tus sentimientos sobre eso que tienes entre manos, eso que puede lograr darte tranquilidad financiera a tu familia y a ti, explícale porque lo estás haciendo y porque crees en ello. Y olvídate si al final de todo te dice “no lo veo” no busque la aprobación de tu negocio en otras personas. Simplemente dale gracias a Dios y di “GRACIAS DIOS, porque yo si lo veo”
El peor enemigo de un networker es la presión de querer prospectar. Olvídate de ello y disfruta.
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