Sentirte a gusto en tu trabajo es un privilegio. Para muchos trabajar se convierte en una tortura y casi siempre con los años penamos que nadie nos reconoce como merecemos y aumenta la insatisfacción.
Siguiendo estudios científicos realizados en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud, hay tres perfiles que inciden en la aparición del síndrome del trabajador quemado.
- El frenético. Empleados que soportan jornadas de más de 40 horas semanales, con una elevada sobrecarga de trabajo y notables ambiciones. Tienen seis veces más probabilidad de desarrollar el síndrome que cualquier otro que cumpla una jornada de 35 horas semanales.
- Sin desafíos. Trabajadores sometidos a tareas monótonas, que no estimulan el desarrollo personal. Los más vulnerables al síndrome son los empleados dedicados a tareas administrativas y servicios.
- Desgaste. Empleado con más de 16 años en la misma empresa y puesto. Su situación suele desembocar en el descuido de sus responsabilidades, con una probabilidad cinco veces mayor que otro con menos de cuatro años en el puesto.
En definitiva, la percepción de falta de reconocimiento y las consecuencias de no trabajar a gusto provocan agotamiento emocional y escasa eficacia en el trabajo. Lo peor parados son los muy calificados y los de más baja formación.
¿Te gustaría averiguar qué tipo de empleado eres?
Si quieres saber que probabilidad tienes de acabar “Quemado” en tu trabajo y en que perfil se encuadra el empleo que desempeñas, averígualo respondiendo a unas preguntas en la siguiente encuesta.
https://docs.google.com/forms/d/1o2jWm7dPPuTJPIGhsPd-do8a9UgI-NPkeTuq5LiQloI/viewform
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Saludos y éxitos
Richard García