La mayoría de las personas tienen miedo a los cambios. Por naturaleza nos cuesta modificar los hábitos que tenemos. Preferimos “lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Pero los cambios son siempre para mejorar, absolutamente siempre.
Pensamos o Decimos: “mi vida no me satisface, preferiría otro trabajo, sueño con cambiar de casa, no soporto el estrés que padezco, siempre lo mismo…”o la clásica frase: “soy como soy y no voy a cambiar a estas alturas”. “Nada entorpece tanto el desarrollo personal como la errónea creencia de que cada uno es como es y no puede cambiar”. Con ello lo que conseguimos es impedimos dar un giro a nuestras vidas y hacer lo que realmente nos gustaría, preferimos quedarnos tumbados conformistas, resignados y negativos pensando que no tenemos lo que merecemos o protestando y envidiando a los que se lanzan con valentía en pos de sus sueños. ¿Por qué no nos atrevemos a hacerlo nosotros? Pareciera que la vida no depende de nuestra voluntad, culpamos a la sociedad o a las circunstancias, de nuestras dificultades. Cada uno tiene la existencia que se merece, porque es la que se atreve a tener. Cuando vislumbres un cambio en el horizonte de tu vida, no te escondas, no huyas, planta cara y a por él.
La emoción que se requiere ante los cambios no es miedo sino alegría. El miedo nos cierra para que no penetren los peligros, pero también impide acercarnos a las oportunidades. La alegría es la emoción que nos abre a nuevos caminos, nuevas posibilidades, nuevos horizontes. Pon límites a las amenazas con el miedo, pero ábrete con alegría a los cambios. No suponen un riesgo ni un peligro, sino una estupenda oportunidad de aprender, mejorar y crecer.
Sólo podrás crecer si sales de tu zona de comodidad, pues ésta nos arraiga en la costumbre y la repetición, lacrando cualquier salida. Realiza cosas que te resulten incómodas, siéntate en el sillón que nunca usas, come en lugares diferentes, cambia de gimnasio, expándete. Vive en plenitud y goza, aleja tus falsos miedos, tus nostalgias, tus resentimientos del pasado, tu falta de orgullo. Tienes todo el derecho del mundo a ser feliz y mereces serlo.
Solo debes de tomar acción.
No lo dejes para mañana, no permitas que sea otro quien te lo cuente.
Tu amigo de siempre…
Richard García
Skype: richard6446